MEMORIA DE MIS PUTAS TRISTES
El año de mis noventa años quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen. Me acordé de Rosa Cabarcas, la dueña de una casa clandestina que solía avisar a sus buenos clientes cuando tenía una novedad disponible. Nunca sucumbí a ésa ni a ninguna de sus muchas tentaciones obscenas, pero ella no creía en la pureza de mis principios. También la moral es un asunto de tiempo, decía, con una sonrisa maligna, ya lo verás.»
Adquiera MEMORIA DE MIS PUTAS TRISTES en nuestros locales y en nuestra tienda virtual.
No olvide aprovechar nuestras grandes promociones en este enlace de Ofertas
Síguenos en nuestras redes sociales Instagram, Facebook y Twitter.