ATAQUE AEREO A HALBERSTADT EL 8 DE ABRIL DE 1945
Los proyectiles no pueden esparcirse por todo el tĆ©rmino de la ciudad. AsĆ es que miramos lĆneas principales de comunicaciĆ³n y vĆas de escape. TambiĆ©n dĆ³nde arda bien. Y usted sabe perfectamente igual que nosotros dĆ³nde estĆ” eso en una ciudad antigua. Nosotros no somos medievalistas, pero aun asĆ tambiĆ©n hemos oĆdo que una ciudad como esa data del aƱo 800 despuĆ©s de Cristo. Partiendo de eso, los lanzamientos tienen que concentrarse en los edificios que hagan esquina. Con eso lo vamos cerrando todo. En el caso ideal, un cerro de escombros a la entrada y a la salida de cada calle. El caso estĆ” cerrado y visto para sentencia cuando abrimos debidamente con explosivos los edificios a ambos lados de la calle. Entonces allĆ” van palos, bidones y demĆ”s incendiarias para dentro. Y encima la tercera y cuarta oleada, otra vez explosivas e incendiarias. Eso nos da una retĆcula graneada tambiĆ©n en transversal, aunque siempre repasemos por el mismo surco. Mire usted, los edificios intactos son difĆciles de incendiar. Primero hay que descubrir los techos, abrir con explosivos agujeros que lleguen al segundo piso o de ser posible al primero, donde estĆ” lo combustible. En otro caso no tenemos incendio de Ć”rea, ni tornado de fuego ni todo lo demĆ”s. Mi hermano es mĆ©dico de la fuerza aĆ©rea. Es lo mismo que las curas de una herida muy extensa. No se puede limpiar una ya cicatrizada que ha hecho costra, como una ciudad se ha ido rehaciendo a lo largo de su historia, primero hay que reabrir la herida y rasparla de modo que tratemos con capilares frescos, y entonces se extiende por encima pomada y gasa.
Adquiera ATAQUE AEREO A HALBERSTADT EL 8 DE ABRIL DE 1945 en nuestros locales y en nuestra tienda virtual.
No olvide aprovechar nuestras grandes promociones en este enlace de Ofertas
Síguenos en nuestras redes sociales Instagram, Facebook y Twitter.